TOTAL DE CADERA.

La razón más frecuente para colocar una prótesis total de cadera es la de eliminar el dolor y la incapacidad que causa una destrucción severa de la articulación. Las superficies de la articulación pueden estar dañadas por la artrosis, proceso en el que se produce el desgaste del cartílago articular. La articulación también puede resultar dañada por la artritis reumatoide. En esta enfermedad, la membrana sinovial produce unas sustancias químicas que atacan la superficie articular y destruyen el cartílago articular.

Debido al dolor y a la rigidez, el paciente evita la utilización de la articulación. Los músculos que rodean la articulación se debilitan y esto contribuye a dificultar la movilidad de la cadera. Cuando la destrucción articular es importante, una prótesis total de cadera puede permitir al paciente volver a desempeñar sus actividades diarias.

El diagnóstico de la artrosis o de la artritis reumatoide incluye anotar los síntomas del paciente, realizar una exploración física, pruebas de laboratorio y radiografías que muestran la extensión de la destrucción articular.

Una vez hecho el diagnóstico, puede considerarse la posibilidad de colocar una prótesis siempre después de que el tratamiento no quirúrgico u otras alternativas quirúrgicas hayan fallado sin conseguir eliminar el dolor y la incapacidad.

BENEFICIOS DE UNA PRÓTESIS TOTAL DE CADERA

El mayor beneficio es la desaparición del dolor. Algunos pacientes notan alguna molestia en la articulación operada tras la intervención. Estas molestias son debidas a la cirugía y a que los músculos que rodean la articulación están debilitados por la inactividad. Estas molestias pueden prolongarse durante algunas semanas o meses. La fuerza muscular suele recuperarse cuando el dolor desaparece.

La movilidad de la articulación suele mejorar. El grado de recuperación depende de lo rígida que estuviera la articulación antes de la intervención.

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